En aire y hueso

Fuiste un intento de amor de verano sin florecer, aquellos que hacen sentir cosquillas en el estómago, que sacan sonrisas fáciles y dejan mejillas sonrojadas. Eras de conversaciones que no llevaban a ningún lado, de apariencia tranquila   -lo tenías todo bajo control- pero  sobre todo de llevar el ritmo cuando el primer paso lo di yo y ahora me pregunto quién de los dos decidió que la mejor opción era que tomaras el control. Tu especialidad: dejar con las ganas, eras el mejor y tu juego favorito ponerme nerviosa con aquellos preciosos ojos azules; mentiría si dijera que ya te he superado pero todavía echo en falta todo de ti, ojalá aquellas palabras que quedaron en el aire esperando llegar a su destinatario hubieran llegado, fuimos el claro ejemplo en persona del desastre y la locura ambos sabíamos que no llegaríamos a ningún lado pero aún así no estuvo mal intentarlo, aquellas paredes han sido testigos de lo que sentíamos y si pudieran hablar seguramente dirían que siempre hay alguien que da más en una relación y esta vez fue a mí a quien le tocó perder.

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