En aire y hueso

Fuiste un intento de amor de verano sin florecer, aquellos que hacen sentir cosquillas en el estómago, que sacan sonrisas fáciles y dejan mejillas sonrojadas. Eras de conversaciones que no llevaban a ningún lado, de apariencia tranquila   -lo tenías todo bajo control- pero  sobre todo de llevar el ritmo cuando el primer paso lo di yo y ahora me pregunto quién de los dos decidió que la mejor opción era que tomaras el control. Tu especialidad: dejar con las ganas, eras el mejor y tu juego favorito ponerme nerviosa con aquellos preciosos ojos azules; mentiría si dijera que ya te he superado pero todavía echo en falta todo de ti, ojalá aquellas palabras que quedaron en el aire esperando llegar a su destinatario hubieran llegado, fuimos el claro ejemplo en persona del desastre y la locura ambos sabíamos que no llegaríamos a ningún lado pero aún así no estuvo mal intentarlo, aquellas paredes han sido testigos de lo que sentíamos y si pudieran hablar seguramente dirían que siempre hay alguien que da más en una relación y esta vez fue a mí a quien le tocó perder.

3:00 AM

Meses evitando sentarme delante del ordenador, y aquí estoy, son casi las tres, Leiva sonando en los auriculares en el silencio de la noche e intentando domar aquello que llevo dentro queriendo salir lo más rápido posible. Estoy indecisa, bueno, no. Tengo miedo. Quiero ser quién maneje las riendas de mi vida y sin embargo soy yo misma quién se frena. Hace días una amiga y yo tuvimos una conversación a las tantas de la noche sobre el miedo que sentimos, a lo desconocido, a los cambios -sean grandes o insignificantes-, a todo aquello que se escapa del alcance de nuestras manos. Comentó una frase que a día de hoy sigue en mi cabeza como el estribillo de la canción del verano, «el miedo no es malo, significa que eres una persona realista, sabes que tienes que trabajar para conseguir algo y que todo no va a ser un camino de rosas». No os hacéis una idea que una chica como ella, que transmite seguridad por los cuatro costados y ganas de comerse el mundo asuma que tenga miedo, cuando siempre he admirado cómo se enfrenta a la vida sin que le tiemble el pulso. Me ha hecho entender que algunas decisiones son mejores tomarlas sin rodeos. ¿Y si eliges el camino equivocado? somos personas, nos equivocamos, rectificamos y aprendemos y el mundo sigue, la vida no sólo consiste en caer también se trata de levantarse.

Arma de doble filo

A veces se necesita saber quién está. Todo es fachada. Aguantar no sirve de nada. Hay personas que son huracanes dispuestos a arroyar con todo a su paso. La única salida: saltar al vacío, para protegerte porque al final sigues por ti y no por nadie. El mayor error que cometemos es darle el arma cargada a quién espera impaciente apretar el gatillo.

X

Por su sonrisa,

por sus lunares,

por sus ojos azul océano,

por sus manías y sus comederos de cabeza,

simplemente

por ella

porque todo era oscuridad pero supo ver la luz cuando lo daba todo por perdido.

Septiembre

Vuelta a la rutina, para algunos necesaria y otros prefieren guardarla en el cajón, temperaturas que suben y bajan según les plazcan, tormentas que avisan que el invierno está a la vuelta de la esquina. No se necesita celebrar la llegada de un año nuevo porque Septiembre llega para dar una segunda oportunidad, retomar lo que se había dejado en el camino y tener nuevas metas, nuevas ilusiones. Que si, claro que echaremos de menos los días largos, la cerveza en la playa y las cenas infinitas, pero se acercan las tardes de “sofá, peli y manta” , del “por si acaso llueve me llevo el paraguas “, del café cuanto más caliente, mejor. A veces, aunque nos cueste reconocerlo es necesario volver. 

Atardeceres

Cervezas en mano
contemplando la puesta de sol
sentados en la arena fría con miradas que lo decían todo y silencios que eran de todo, menos incómodos.

Sanar

Y me cansé de aguantar, de sonreír fingiendo,

de poner  la otra mejilla como si no me doliera  suficiente.

Abrir la herida sin darle tiempo a curar,

dar segundas oportunidades a quién no la valora,

pensar en el pasado como si volver  lo solucionara todo.

Harta de callar gritando por dentro hasta quedarme sin voz,

llorar echando la rabia contenida

y escribir las palabras que algún día te diré a la cara.

 

 

Estúpidas palabras

¿Crees que tienes derecho a llegar, poner todo patas arriba y largarte como si nunca hubieses estado?
Estaba genial sin ti pero ahora miento si digo que no me haces falta,
lo sé, fui una imbécil por dejar la puerta entornada por si en tus planes entraba irte,
me equivoqué, al igual que aquellas estúpidas palabras hacia a ti no fueron las mejores pero a pesar de todo seguiste a mi lado.
Éramos niños en una constante montaña rusa de emociones que arrasaron con todo a su paso sin importarles nada.
Tuviste que sacarme de mi zona de confort para demostrarme que nada importa si realmente lo quieres,
que las acciones sin pensar, a veces son la mejor opción para ver hasta donde estamos dispuestos a llegar.
Me dediqué a perderte como quién pierde el bus delante de él mismo
con cara de idiota esperando un regreso que por el momento no llegará.

 

Sentidos

Que tus ojos mantengan el brillo de quien se enamora por primera vez,
recorrer tus lunares,
saborear el futuro,
escuchar las olas romper con fuerza,
y recordar aquella colonía que era kriptonita.

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